Música renacentista
Es la música clásica europea escrita durante el Renacimiento, entre los años 1400 a 1600 aproximadamente. Definir el inicio de la era es difícil, dada la falta de grandes cambios en el pensamiento musical del siglo XV. Además, el proceso por el cual la música adquirió sus características renacentistas fue gradual.
Las composiciones del Renacimiento estaban escritas únicamente en particellas; las partituras generales eran muy raras, y las barras de compás no se usaban. Las figuras eran generalmente más largas que las usadas en nuestros días; la unidad de pulso era la semibreve, o redonda. Como ocurría desde el Ars Nova cada breve (cuadrada) podía equivaler a dos o tres semibreves que podría ser considerada como equivalente al "compás" moderno, aunque era un valor de nota y no un compás. Se puede resumir de esta forma: igual que en la actualidad, una negra puede equivaler a dos corcheas o tres que se escribirían como un "tresillo.
Música media del Renacimiento (1467-1534).
Hacia el final del siglo XV, la música sagrada polifónica había llegado a ser de nuevo más compleja, de una forma que se puede quizás correlacionar con el detallismo imperante en la pintura de la época. Ockeghem, particularmente, estaba encariñado con el Canon, contrapuntal y mensural. Incluso compuso una misa en la cual todas las piezas se derivaban canónicamente a partir de una línea musical.
En Venecia, desde 1534 hasta aproximadamente el 1600, se desarrolló un impresionante estilo poli coral que le dio a Europa una de las más grandes, más sonóricas composiciones musicales de aquellos tiempos, con los múltiples coros de cantantes, metales y cuerdas en diferentes espacios de la Basílica San Marco di Venezia (ver Escuela Veneciana). Estas múltiples combinaciones se esparcieron por toda Europa en las décadas posteriores, empezando en Alemania y propagándose poco después a España, Francia e Inglaterra, marcando el principio de lo que se conoce como la época de la música Barroca